Guía Completa para Visitar el Oasis de Al Kharga

El Oasis de Kharga es el oasis situado más al sur de los cinco oasis de Egipto. Está en el desierto occidental a unos 200 km al oeste del Nilo. La base de operaciones para visitar este oasis es la propia ciudad de Kharga.

Este oasis es el más modernizado de los oasis occidentales de Egipto. Kharga es el más modernizado de los oasis occidentales de Egipto. La ciudad principal es muy funcional con todas las instalaciones modernas, y prácticamente no queda nada de la arquitectura antigua.

Aunque está enmarcada por el oasis, no tiene un sentimiento de oasis; a diferencia de todos los demás oasis de esta parte de Egipto. En el oasis que rodea a la moderna ciudad de Kharga hay una gran cantidad de palmeras espinosas, acacias, espinas de búfalo y azufaifas. Muchas especies de fauna silvestre remanentes habitan esta región.

¿Qué ver en el Oasis de Kharga?

La animada ciudad de Al Kharga es la ciudad más grande del Desierto Occidental, que demuestra además los esfuerzos del gobierno por modernizar los oasis. Los amplios bulevares de la ciudad, bordeados por anodinos bloques de hormigón, no es lo que la mayoría de los viajeros se imaginan cuando piensan en un oasis.

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Pese a que los alrededores no son nada pintorescos, hay algunos puntos de interés muy particulares repartidos por el valle del oasis que merece la pena explorar. Los monumentos más populares cerca de Al Kharga están en la carretera hacia Baris.

También hay algunos destinos en el norte de la ciudad a los que es más difícil llegar y que aunque son menos populares, son las mejores excursiones que se pueden hacer por el oasis. Hay una entrada de 120 EGP válida para todos los monumentos de Kharga.

Necrópolis de Al Bagawat

Aunque de lejos no lo parezca, esta necrópolis es uno de los cementerios cristianos más antiguos y mejor conservados del mundo.

Se encuentra 1 km al norte del templo de Hibis, donde antes había una necrópolis egipcia. La mayoría de las más de 263 capillas – tumbas de adobe parecen datar del s. IV al s. VI d.C. Algunas tienen el interior decorado con vívidos murales de escenas bíblicas y fachadas llamativas.

La capilla de la Paz tiene figuras de los apóstoles en las trompas de las cúpulas, que se ven a través de grafitis griegos. La capilla del Éxodo, una de las tumbas más antiguas, tiene las pinturas mejor conservadas, incluida la historia del Antiguo Testamento sobre la salida del pueblo de Israel de Egipto liderado por Moisés, que se ve a través de grafitis del s. IX.

La entrada cuesta 50 EGP

Monasaterio de Al Kashef

Se encuentra a 2 km al norte de la Necrópolis de Al Bagawat. Está estratégicamente colocado para vigilar el que era uno de los cruces de caminos más importantes del Desierto Occidental: el punto en el que Darb Al Ghabari desde Dakhla cruzaba Darb Al Arba’een (Ruta de los Cuarenta Días).

Las magníficas ruinas de adobe datan de los primeros tiempos del cristianismo. Llegó a tener cinco pisos de altura antes de quedar derruido, aunque se observa la parte superior de los pasillos abovedados que cruzaban el edificio. Para llegar, hay que recorrer unos 2 km por el camino a la izquierda desde la necrópolis de Al Bagawat.

La entrada cuesta 50 EGP.

Templo de Hibis

La ciudad de Hebet fue la capital del oasis en la antigüedad, aunque lo único que queda actualmente es el templo de Hibis, muy bien conservado.

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A la orilla de un lago sagrado, el templo estaba dedicado a Amón de Hibis, la versión regional del dios que a veces adquiría poderes solares y que acabó por convertirse en Amón-Ra. Amón-Hibis aparece con sus compañeros habituales: Mut y Jonsu.

En la sala hipóstila hay relieves que muestran al dios Seth luchando contra la serpiente Apofis. También hay un pasillo con esfinges, un patio y un santuario interior. La construcción del templo comenzó con la XXV dinastía, aunque en los 300 años siguientes se añadieron elementos decorativos y una columnata.

Se llega facilmente en camioneta por 1 EGP y la entrada al templo cuesta 80 EGP.

Templo de An Nadura

En una colina a la derecha de la carretera principal en sentido al norte desde Al Kharga, el templo de An Nadura tiene vistas estratégicas de la zona, pues sirvió además como puesto de vigilancia. Se construyó durante el imperio de Antonino Pío (138- 161 d.C.) para proteger el oasis. Las vistas desde las ruinas son perfectas para admirar la puesta de sol.

Museo de Antigüedades de Al Kharga

Este museo de dos pisos, es un cofre de tesoros arqueológicos descubiertos en los oasis de Al Kharga y Dakhla. La colección es pequeña pero muy interesante e incluye artefactos desde tiempos prehistóricos hasta la era otomana. Herramientas, joyas, telas y otros objetos expuestos trazan la historia cultural de la región.

La entrada cuesta 25 EGP.

Fuerte de Qasr Al Ghueita

Las enormes murallas exteriores encierran un templo de arenisca de la XXV dinastía dedicado a la tríada tebana: Amón, Mut y Jonsu. Posteriormente, la fortaleza sirvió como perímetro para un pueblo del que han sobrevivido algunas casas.

Dentro de la sala hipóstila hay relieves que muestran a Hapy, el dios panzudo del Nilo, sosteniendo símbolos de las nomos del Alto Egipto.

Aunque dado el paisaje árido parezca mentira, en la antigüedad esta zona, unos 18 km al sur de Al Kharga, era el centro de una fértil comunidad agrícola famosa por sus uvas y vino, de ahí su nombre, que significa «fortaleza del pequeño jardín».

En esta zona, los asentamientos datan del período del Imperio Medio de Egipto, cuando se conocía como Perousekh. Hoy en día sobreviven dos fuertes del período romano tardío que probablemente se usaron para que las tropas se guarnecieran.

Hay un camino asfaltado desde la carretera principal a Baris que recorre 2 km hasta la imponente fortaleza de adobe. Si el viajero no tiene vehículo propio, puede llegar al fuerte desde Al Kharga en un microbús a Baris (8 EGP) o en una camioneta a Bulaq (2,50 EGP). Desde la carretera, hay una calle asfaltada que recorre 3 km de desierto hasta Qasr Al Ghueita para unir los fuertes. Si se hace a pie, es una caminata larga y sofocante, así que hay que llevar suficiente agua. La entrada cuesta 40 EGP

Fuerte de Qasr Al Zayyan

Uno de los monumentos más importantes del oasis de Kharga es el templo grecorromano de Qasr Al Zayyan, en el antiguo pueblo de Takhoneourit.

La ciudad, casi sin excavar, era una importante parada en la ruta del desierto a Esna. El pequeño templo de arenisca, parte de una fortaleza, estaba dedicado a Amón-Hibis, y está compuesto por un patio que lleva a un santuario con hermosos nichos de culto y una cámara con una escalera a la azotea.

Baris Al Gedida

Las casas de adobe de Baris Al Gedida están unos 2 km al norte de la ciudad original. Hassan Fathy, el arquitecto egipcio moderno más influyente, diseñó las casas con métodos y materiales tradicionales. Quería que Baris Al Gedida sirviese de ejemplo para nuevos asentamientos.

La construcción se detuvo con el estallido de la Guerra de los Seis Días en 1967, y solo se llegaron a completar dos casas y algunos espacios públicos. La ciudad quedó abandonada.

Qasr Ad Dush

Unos 13 km al sureste de Baris está Qasr Ad Dush, un imponente templo-fortaleza romano completado en el año 177 d.C. aprox. en la antigua ciudad de Kysis.

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El templo del s. I que linda con la fortaleza estaba dedicado a Isis y Serapis. Antaño algunas partes del templo estaban cubiertas de decoraciones de oro que le brindaron renombre, pero hoy solo queda algo de decoración en las murallas de piedra interiores.

Dush era una ciudad limítrofe ubicada estratégicamente en la intersección de cinco caminos del desierto y era una de las vías de acceso del sur a Egipto. También se usó para vigilar Darb Al Dush, un camino este-oeste a los templos de Esna y Edfu en el valle del Nilo. En consecuencia, estaba muy bien fortificada, con cuatro o cinco pisos más bajo tierra.

Qasr Al Labakha

En medio de un paisaje desértico desolador se encuentra Qasr Al Labakha, un pequeño oasis 40 km al norte de Al Kharga.

Entre montañas de arena y plataformas rocosas están esparcidas las ruinas de una fortaleza romana de cuatro pisos, dos templos y una enorme necrópolis, de donde se han desenterrado más de 500 momias y todavía se ven restos humanos en las tumbas. En la oficina de turismo de Al Kharga se organizan excursiones a Labakha desde 150 US$.

Ain Umm Al Dabadib

Este impresionante fuerte se alza grandiosamente en las llanuras del desierto 20 km al oeste de Qasr Al Labakha. Tiene uno de los sistemas de acueductos subterráneos más complejos de esta zona construido por los romanos.

Las excursiones al fuerte requieren 4×4 y conductores experimentados, que se pueden contratar a través de la oficina de turismo de Al Kharga. Solo se permiten visitas hasta el anochecer.

¿Cómo llegar al Oasis de Al Kharga?

Hay varias opciones para visitar el Oasis de Al Kharga:

En avión

El aeropuerto de Kharga está a 5 km de la ciudad y conecta el Oasis con El Cairo por 600 EGP.

En autobús

Desde Kharga se llega a El Cairo por 120 EGP en un viaje de unas 10 horas. También se puede ir hasta Asiut por 40 EGP y 4 horas de viaje, desde allí te puedes acercar a Luxor en autobús o en taxi.

También puedes ir al oasis de Dakhla por 25 EGP y 3 horas de viaje.

En taxi

Un taxi a luxor cuesta unas 800 EGP y tarda unas 4 horas. A El Cairo vale 1350 EGP. Si se pueden compartir gastos es una opción interesante.

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